Las recientes operaciones represivas contra anarquistas en el Estado Español, son la continuación de los golpes del poder contra anarquistas y antiautoritarios, grupos e individualidades, que han ido sucediendo en Europa y en lo amplio de todo el globo. El objetivo de estas olas represivas ya no son solo envolver compañeros y compañeras en juicios o crear frustación, sino que pretenden destruir dinámicas de lucha, procesos entre compañeros e individualidades, quienes apuestan por seguir con la lucha.
El poder está experimentando con el uso de los términos cómo defensiva/agresiva democracia, para crear diferentes estratégias contra rebeldes y revolucionarios, así realizar ataques más efectivos, con su poder paralizante. Dependiendo del nivel de tensión en un conflicto, dependerá también el daño a largo plazo que creará en nuestras relaciones. A través de estas estratégias, el poder persigue a los y las compañeras y se les acusa de terrorismo. En este caso, parece que hacer propaganda y agitación es suficiente razón para entrar en la cárcel.
Otros aspectos de estos golpes represivos y operaciones, es el mensaje que transmiten en general y de cara a la sociedad, mensaje con el objetivo de difundir la idea de que “todo está bajo control” y para señalar a los rebeldes que hay que tener cuidado.
No entendemos estas operaciones represivas como simples reacciones del Estado hacia dinámicas y luchas rebeldes. Entendemos que s´n una táctica usada como herramienta con un caracter a largo plazo, usada contra quienes se rebelan. La rebelión que queremos significa la destrucción del sistema, el orden social y el sistema basado en la dominación y la opresión. Nuestra perspectiva no es menos que la libertad. Por ello seguimos luchando, y sabemos que los enemigos de la libertad, harán todo lo posible para deternos y defender sus riquezas y el orden establecido. Pero tenemos fuertes relaciones con nuestros compañeros y compañeras, por eso, nunca les dejaremos solos y continuaremos en la lucha.
Nos parece importante para no caer en un “callejón sin salida” en la lucha contra la represión, hacer un paso hacia adelante.
Cuando se trata de golpes específicos contra revolucionarios, sus luchas y sus ideas, para convertirlos en inofensivos dentro de la normalidad de la opresión, es cuando el sistema intenta proporcionarse de estabilidad, estabilidad que debemos atacar!
La normalidad está dentro de todo y de todas funcionando, lo es todo, en el sentido en el que nadie rompe el ruido o el silencio de la monotonia. Exactamente en estos momentos, en que el Poder toma rehenes y golpea proyectos con el fin de destruirlos y asegurar la estabilidad del Sistema, es donde y cuando debemos atacar, poniendo en práctica nuestra conciencia revolucionaria x expresando nuestra solidaridad.
Luces de tráfico o importantes vías de transporte, amenazas de bomba, sabotajes a alarmas de incendios o las cerraduras de grandes e importantes empresas, bloques de vías de tren y sus sistemas eléctricos…El flujo de bienes y de mano de obra barata, el dinero y las mercancias, el buen funcionamiento y el consume, la explotación y la opresión, son vulnerables y atacables!
La sociedad depende de estos flujos de bienes y comunicación. Así, como anarquistas miramos a nuestro alrededor y valoramos el context que nos rodea. Necesitamos entender la estructura de la sociedad y del poder, para efectuar un ataque efectivo y así abrir espacios a la revuelta.
Invitamos a golpearles y a atacarles para destruir paso a paso la estabilidad de este Sistema podrido y el aburrimiento de una vida monótona.