Durante la madrugada de la cumbre del sábado, prendimos fuego a un vehículo diplomático (la matrícula empezaba por “0”) aparcado en Dohrnweg en el área de Sternschanze, Hamburgo. El minibus usado para el transporte de miembros del gobierno fue completamente destruido, una bienvenida amistosa a las revueltas políticas que tuvieron lugar en el barrio.
Nos gustaría documentar esta acción como una de las muchas que tuvieron lugar durante los días insurgentes en Hamburgo que no pueden ser condenados como “ataques aleatorios” o “sin sentido”. Nos posicionamos en completa solidaridad con el saqueo y los disturbios de las noches de la cumbre que algunes están actualmente condenando como “contraproducentes”. La crítica de las acciones individuales siempre debería tener lugar, a veces incluso públicamente. Nosotres rechazamos por ejemplo los pequeños coches que no eran de lujo pero que fueron destruidos durante las revueltas contra la cumbre. Pero consideramos que la disociación directa de los acontecimientos que tuvieron lugar durante la noche en el distrito de Schanze es burguesa, políticamente incorrecta y fatal.
Esto también se aplica a la reducción de la crítica al nivel de “por favor, en nuestro barrio no”.
Nosotres, quienes reivindicamos la pérdida de control como una oportunidad revolucionaria; Nosotres, que damos la bienvenida y animamos a campañas de expropiación con el lema “Todo para todes”, no deberíamos desacreditar la “espontaneidad” de una noche de lucha destacable. No encontramos nada perturbador en las compras gratis que tuvieron lugar en el Rewe y el Budni (dos supermercados de grandes cadenas que fueron saqueados). Que muches en este distrito entiendan eso como una amenaza para elles es rechazable pero no sorprendente. ¿Es el saqueo e incendio de un supermercado Bolle el 1 de mayo de 1987 un punto de referencia positivo para nosotres porque un evento tan distante en la historia como ese ya no puede causar más angustia?
Los ataques dirigidos contra convoys policiales y la destrucción dirigida de objetivos de la infraestructura de la cumbre como la acción militante simple y premeditada no habrían sido posibles sin los “disturbios” de una rebelión temporal (¡que tuvo lugar con incidentes en varias zonas de Hamburgo!). Entendemos las razones de las preocupaciones que algunas personas tienen. Entendemos que muchas personas ahora temen una campaña represiva de la ley y el orden durante la venidera campaña electoral. Entendemos que algunas personas podrían sentirse inclinadas a evitar el daño político a sus propias estructuras. Sin embargo, la categorización y degradación de los actos de resistencia a supuestos “disturbios sin sentido” no ayudará. Una solidaridad unida con todos los diferentes tipos de manifestantes (Que trabajaron juntes remarcadamente bien durante la cumbre) SIN CONDENAR a supuestes “niños revoltosos” extranjeres supuestamente apolítiques nos parece una mejor estrategia.
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